Manuel Valdez.-
ISLA MUJERES, 11 de mayo.- Decenas
de comensales se llevaron tremendo susto la noche del pasado viernes, cuando un
corto circuito en el extractor de humo de la cocina de un restaurant, provoco
un incendio que por fortuna pudo sofocarse a tiempo por empleados de negocios
aledaños.
Los hechos se suscitaron en
plena Zona Rosa como se le conoce a la avenida Hidalgo, en el restaurante “Angelo¨s
” que cuenta con una cocina visible a los comensales, donde al darse el corto
circuito se suscita un incendio cuyas llamas se salían por el extractor
amenazando con salirse de control, lo que provoco que los comensales en su
mayoría turistas y lugareños que celebraban el día de la madre, abandonaran el
lugar al igual que consumidores de negocios aledaños, como medida de seguridad.
Restauranteros que se ubican a
los costados e inclusive enfrente, aseguran que de no ser por el apoyo de sus
empleados que llevaron los extinguidores de sus respectivos negocios, el
incendio hubiera sido de grandes magnitudes ya que el restaurante donde ocurriera el incidente no
contaba con este tipo de equipo y muy cerca de donde salía la llamarada había
una gran palapa de huano.
Esta situación prendió los
focos rojos ya que no faltaron los cuestionamientos sobre cómo es que este
negocio obtuvo la anuencia de protección civil, para la renovación de su
licencia si es que lo hizo, ya que forzosamente necesita de ese documento así
como de extinguidores y otros requisitos para obtenerla.
Tanto encargados de
restaurantes como de otros negocios de la zona rosa, pidieron a las autoridades
de protección cumplir con sus funciones que debe de ser las 24 horas en los 365
días del año, ya que durante el incidente los empleados fueron llegando de uno
en uno pero sin el equipo que se requiere para sofocar un incendio.
Uno de los directivos de una
pizzería de prestigio del lugar, comento que solo ellos pagaron más de 20 mil
pesos para obtener los permisos de funcionamiento entre estos la anuencia de
protección civil, que es la dependencia encargada de vigilar que los negocios
sobre todo de este tipo cumplan con las medidas de seguridad para sus
comensales y del mismo personal.
Cabe hacer mención que en el
lugar de los hechos decenas de comensales se “desaparecieron” no solo del lugar
donde se propicio el corto circuito sino también de los restaurantes aledaños,
aunque hubieron otros que tuvieron que pagar su cuenta aún cuando su cena se
vio abruptamente interrumpida.
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